DulcesMartaveranoComment

Farófias portuguesas

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Farófias portuguesas

Hallöle!! ¿Hay alguién ahí? Lo mismo no, porque después de un año sin escribir no me extrañaría que hubieras dado este blog por muerto. ¡Pero no! Ha sido sólo una macro pausa, en la que he puesto las cosas en su sitio y he asumido que no soy el ombligo del mundo y que te ha ido perfectísimamente sin mí, aunque sí que espero que me hayas echado un poquito de menos ;)

Cuando me despedí, te confieso que no las tenía todas conmigo de volver algún día. Me quité un peso taaaaaan grande de encima, se vive taaaaan bien sin RRSS… Así que pensé, ya está, lo dejo. Pero luego me he encontrado muchísimas veces pensando en volver, porque la verdad, me encanta contarte mi vida y meterte en mi cocina, ya veré cómo me las arreglo con las RRSS para no volverme loca contando likes… (pero eso es lo de menos). Lo importante es que vuelvo, que espero que te alegres y que me acompañes en esta tercera temporada de TBMK. Ale, ya está, ahora empezamos.

Este verano nos hemos ido de vacaciones a Portugal,  lo mismo tú también, porque este año yo creo que nos hacían un barato,  madre mía ¡¡qué angustia de turistas!! ¡Estábamos por todas partes!

Lisboa

En un principio pensé en contarte nuestro viaje, pero luego he pensado que leer acerca de mis vacaciones no te aporta nada y que sólo iba aburrirte, así que he decidido no hacerlo. En su lugar quiero enseñarte un postre portugues, mucho mejor ¿verdad?

Que tengo una obsesión por los libros, especialmente de cocina, no es nada nuevo, por lo que no te sorprenderás de que volviese del viaje con un libro bajo el brazo. He de confesarte que la autora es británica y que probablemente las recetas no sean de lo más auténtico. Peeeeero, están muy bien y reflejan bastante la comida portuguesa que probamos, además el libro es bonito. Se llama Lisbon de Rebecca Seal,un libro de recetas lisboetas exclusivamente.

Como te contaba en Instagram (si no me sigues es un buen momento para empezar, ejem, ejem) tengo el horno roto y hasta que sea capaz de elegir a un sustituto (tarea difícil dado la cantidad de hornos que hay...) estoy probando recetas dulces sin horno. No te creas que es fácil encontrar repostería sin horno, me veo muy limitada a tartas de queso frías y todo tipo de mousses, pero yo feliz, ¡me encantan las mousses! 

Total, que en mi búsqueda de recetas en el libro que me traje encontré está monada de farófias portuguesas, ¿verdad que son lindas? He estado buscando un poco de información sobre este dulce portugués , te cuento lo que he encontrado.

Farofias portuguesas

Parece que el origen de la receta es desconocido. Se la relaciona con un postre de idéntica preparación originario del Convento de Nuestra Señora de la Concepción en Loulé conocido como "Nuvens" (Nubes). Los primeros registros datan del siglo XVIII por lo que deducen, que o bien antes no se hacían , o que eran un postre doméstico de sencilla preparación por lo que no se registraron.

Las farófias se pueden definir como un dulce que se hace a partir de clara de huevo montadas a punto de nieve con azúcar y luego cocidas en leche. Donde la leche sobrante se combina con las yemas hasta conseguir una crema que con la que se riegan las claras y se espolvorean con canela.

Aparecen incluso en la cocina brasileña tal como recoge María Lucía Gomensoro en su "Pequeño Diccionario de Gastronomía" que en el término "farófia" remite a "huevos nevados" como un dulce de origen portugués.

El primer libro en el que se publicó la receta fue el "Tratado Completo de Cozinha e de Copa", de Carlos Bento da Maia en 1904. En 1933 Manuel Ferreira publicó "A Cozinha Ideal" un libro destinado a cocineros profesionales donde traduce farófia al francés, lengua en voga para el mundo culinario, por "Oeufs à la Neige", añadiendo además una versión, farófias a la inglesa donde le añade dulce de albaricoque.

A mí personalmente me han gustado mucho y me han parecido relativamente fáciles de preparar. Lo que más me costó fue darle  forma a los merengues, pero por lo demás es bien sencilla. Mi tía hace un postre parecido donde en lugar de crema inglesa hace unas natillas de toffee, está súper bueno.

Como siempre, te dejo con la receta, espero qe te animes a prepararla y lo más importante, ¡¡Cuéntame qué tal!!

Marta

Farofias portuguesas

Receta de Farófias Portuguesas

Ingredientes para 6-8 personas:

  • 750ml de leche entera
  • 1 rama de canela
  • la corteza de un limón cortada en lonchas sin la parte blanca
  • unas gotas de zumo de limón
  • 4 huevos a temperatura ambiente
  • una pizca de sal
  • 200g de azúcar extrafino
  • 1 cucharada de maicena
  • canela en polvo

Preparación:

Primero infusiona la leche con la piel del limón y la rama de canela. Te recomiendo que hagas un pequeño hatillo, así te resultará más fácil retirarlo luego. Ponla en una cazuela a fuego bajo hasta que hierva.

Mientras tanto separa las claras de las yemas. Ten cuidado de que no haya rastro de yema en las claras, si no no se montarán. Reserva las yemas. Añade a las claras una pizca de sal y unas gotas de zumo de limón y móntalas a punto de nieve. Cuando se formen picos firmes añade una cucharada de azúcar y sigue batiendo, añade otra cucharada y bate otra vez, repítelo con una tercera cucharada. Las claras necesitan estar muy muy montadas, si no perderán su forma al cocerlas.

Una vez hierva la leche, pon el fuego al mínimo y retira la piel de limón, la canela y la “piel” de nata que cubre la leche.

Da forma elíptica a los merengues utilizando dos cucharas soperas metálicas, como si envolvieses croquetas o hicieras una quenelle. Puedes meter las cucharas antes en agua caliente para ayudarte. Echa el merengue en la leche caliente y déjalo cocer durante un minuto, dándole la vuelta para que se cocine por todos lados. Dependiendo del tamaño de tu cazuela te cabrán 2-3 merengues. No te preocupes si queda merengue flotando en la leche, simplemente retíralo, así como la “piel" que se irá formando. Retira los merengues con una espumadera y resérvalos sobre un plato. Continúa hasta terminar las claras.

Para hacer la crema bate las yemas con el azúcar en una cuenco grande.  Tienes que llegar al punto de “cordón”, esto significa que la mezcla ha de estar de un color amarillo pálido y cuando caiga de la cuchara tiene que crear un cordón grueso que desaparezca lentamente. Así será más fácil que los huevos no se cuajen al hacer la crema. Añade la maicena. Pon la mezcla de yemas, maicena y azúcar en una cazuela pequeña, añade la leche hirviendo a través de un colador y déjalo cocer a fuego medio removiendo constantemente hasta que la mezcla espese, unos 5 minutos. La crema tendrá que tener una consistencia ligera, si te ha quedado muy densa puedes añadir un poco de leche fría para aligerarla.

Deja enfriar la crema.

Sirve los merengues en cuencos y rocíalos con la crema y un poco de canela en polvo.

 

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